martes, 6 de marzo de 2012

Pateando la perra

Para el que probó el vicio más popular del mundo


Te perdiste ese almuerzo con la familia de ella, la fiesta del primo y cuanto cumpleaños te invitaron.

Exprimiste hasta ese último pedazo de carne que te ofrecían los dedos.

Puteaste a todas las madres del árbol genealógico, hasta la más vieja raíz, del ladrón y sus dos banderilleros.

Vomitaste laringe, esófago y pulmón alentando a los tuyos.

Sí, ibas corriendo al lado del volante para sacar el centro, barriste desde atrás con el central y chuteaste abrazado al delantero.

Pero mascaste un empate al último minuto, te tragaste un gol anulado y te vacunaron cuando la gloria estaba tan cerca.

Nos vemos el próximo domingo.


Coco, 2012