“¿Qué otra cosa podía haber sido un tipo como Kutxi sino un poeta de mierda en un lugar en el que cuando el mismo dios en calzoncillos falla un penalti le escarnian con un ¡Dedícate a la poesía!?”
Patxi Irurzun, Prólogo de Sumidero
Poemas escogidos
1.-
Poeta
Junta las manos y espera,
no tardarán en llegar las despedidas,
los adioses que desconoces y temes,
se irán como vinieron las alegrías y desdichas,
por la puerta del balcón,
por cualquier ventana,
en medio del más placentero de los besos,
transformando un orgasmo brutal en el más grande sinsentido
de tu vida,
¿y entonces que harás?,
dime, romántico de corazones perdidos,
dime, bufón, marioneta de mil almas,
tú, que te autodenominas poeta,
¿qué harás con tus versos sin su olor, sin su piel?,
¿acaso mitigarán el dolor de los que no quieren escucharlos?,
ojalá revienten en tu boca,
ojalá te ahoguen la soledad y el abandono salidos
de tu propia tinta, de tu propio papel,
porque como tu bien sabes,
los poetas no podéis dar nada, solamente palabras,
para que podamos saborear vuestras insulsas experiencias,
la falacia, la mentira de vuestras vidas,
sin la calidez del amor sois menos que nada,
igual que los demás mortales,
así pues fallece en tu palabra,
llora en soledad,
conoce al fin el dolor,
poeta.
2.-
Me gusta observar
A los poetas
Enhebrándose
Despiojándose
Mutuamente
Escuchar sus burdas rimas
Como el crepitar de televisores
Sus egos mastodónticos
Aferrados a sus falos erectos
Me gusta disparar
Mi mente enferma
Como una bala de cañón
Entre sus ojos
Para después
Dormir
Placenteramente
Con el estúpido sonreír
De las lombrices.
José Carlos Romero Lorente o Kutxi Romero, como se le conoce popularmente, es un cantante y músico del grupo de rock español Marea. Este conjunto lleva varios años en la escena musical y se ha ganado su espacio dentro del mundo del rock y la música española. Por ejemplo, el año que vinieron a Chile llenaron por dos días el local en el que tocaron (se tuvieron que realizar dos recitales para abastecer la gran demanda de público que esperaba disfrutar de su espectáculo), demostrando la popularidad de la banda. No obstante, esta ponencia se centrará en otra faceta del ya mencionado músico, que es la poesía.
Su obra poética está centrada en tres libros de poemas que datan de 1999 a 2003. Además, recientemente, fue publicado un libro que recopila los tres anteriores en uno llamado León manso come mierda (2004), antología que se usó para este trabajo. A pesar de poseer una gran cantidad de poemas, aquí se analizaran dos: uno del primer libro (1999) conocido como “Poeta” y el otro, que no lleva nombre, del último libro (2003).
Para adentrarse en estos poemas se analizará la temática, donde se observa la figura del poeta como un personaje pobre, lamentable, que es deliberadamente atacado por la voz del poema. En el primero, esta embestida aparece como una declaración contra los poetas caracterizándolos como: “romántico de corazones perdidos” o “bufón, marioneta de mil almas”. Es decir, toma su figura para burlarse de ella, al tratarlos como entes que dan risa. En el segundo, la voz actúa como un observador que describe y rebaja aún más a los poetas, poniéndolos al nivel de chimpancés o primates, reunidos en una manada de egolatras: “Me gusta observar/ A los poetas/ Enhebrándose/ Despiojándose/ Mutuamente/…/Sus egos mastodónticos/Aferrados a sus falos erectos/”.
Luego, la poesía misma es criticada. Sus creaciones se tildan como “versos sin su olor, sin su piel” o “crepitar de televisores”, es decir, se describen como elementos vacíos, ruidos, un conjunto de sonidos sin sentido. Más aún, la función misma de la poesía es atacada: “los poetas no podéis dar nada, solamente palabras”. La postura del músico es similar a la del escritor polaco Witold Gombrowicz, cuando dijo en una conferencia: “desde tiempos inmemoriales el poeta y los versos son venerados; y frente a esa montaña de gloria -yo, con mi convicción de que la misa poética se efectúa en el vacío casi completo.” () En consecuencia, para el español y el polaco la poesía pura no provoca nada, sería una sobrevaloración de palabras, objetos huecos, cosa muy contraria a lo que cualquier poeta quisiera apelar con su arte.
En este mismo sentido, Gombrowicz añade que: “El estilo se deshumaniza; el poeta no toma como punto de partida la sensibilidad del hombre común sino la de otro poeta, una sensibilidad "profesional" y, entre los profesionales, se crea un lenguaje tan inaccesible como los otros dialectos técnicos; y, subiendo unos sobre los hombros de otros, forman una pirámide cuya punta ya se pierde en el cielo, mientras nosotros nos quedamos abajo algo confundidos.” () Por ende, describe la poesía como un lenguaje ininteligible para los demás seres humanos, un dialecto inalcanzable al que solo podrán llegar los demás poetas.
Por consiguiente, Gombrowicz establece que la poesía y los poetas serían una institución cerrada que se auto sitúa en lo más alto de los pisos del edificio del arte, siendo que, en su gran mayoría, son creadores de una dulzona amalgama de letras sin sentidos, “un montón de ficciones y falsificaciones”. Esta postura es categórica cuando señala: ¿Por qué no me gusta la poesía pura? Por las mismas razones por las cuales no me gusta el azúcar "puro". El azúcar encanta cuando lo tomamos junto con el café, pero nadie se comería un plato de azúcar: sería ya demasiado”. Es por esto, que al final de su conferencia, el escritor polaco llama a “…abrir las ventanas de esta hermética casa y sacar sus habitantes al aire fresco, hay que sacudir la pesada, majestuosa y rígida forma que los abruma.”
Considerando lo expuesto, ¿No sería Kutxi Romero un ejemplo de un extranjero a esta construcción cerrada? La temática de los dos poemas ya leídos demuestra este punto, ya que poeta y poesía son arrastrados hacia afuera de su refugio para romper la rigidez de su encierro. Desde allí, son observados como animales (en el segundo poema y como sujetos vacíos , sin amor (en el primero). Como señalaba Nicanor Parra en “Manifiesto” hay que bajar a los poetas del Olimpo, y Kutxi Romero no solo los baja, sino que también los hace caer de cara contra el pavimento. “/Para que podamos saborear vuestras insulsas experiencias/ la falacia, la mentira de vuestras vidas,/ sin la calidez del amor sois menos que nada/ igual que los demás mortales/ así pues fallece en tu palabra,/ llora en soledad,/ conoce al fin el dolor,/poeta”. Como se pudo observar la voz tilda al poeta de inhumano, un ser sin amor, y, destruyendo su falso cielo, le hace caer en tierra firme donde existe el dolor y la soledad. Lo obliga a sentir.
No solo en sus tópicos, sino también en el lenguaje de los poemas del vocalista de Marea se observa un distanciamiento con la poesía pura, la de Dioses. Se revelan expresiones que no caen en la metáfora, rasgo típico del género lírico. Romero apela a una voz modesta, un lenguaje simple que va directo a la imagen. Se le podría incluso considerar un poco tosco en ciertos momentos, al no suavizar ni embellecer el lenguaje. La voz en estos poemas ataca cuando lo necesita, crea una descripción de lo observado, pero no lleva el lenguaje al paraíso sublime, ni intenta inventar un nuevo mundo. Es una poesía de la tierra, de la calle, escrita por un poeta de la silla, de la mesa, del lápiz en el papel, aquí no hay bardos o bucólicos pequeños dioses, pues aquellos son desechados: “Me gusta disparar/ Mi mente enferma/ Como una bala de cañón/ Entre sus ojos”. Porque, como ya se dijo, no se busca enraizar un gran creador, un poeta demiurgo, Romero desecha esto, prefiere poner los pies en el suelo, “Para después/ Dormir/ Placenteramente/ Con el estúpido sonreír/ De las lombrices.” Como señala el escritor vasco Patxi Irurzun, en el prólogo del segundo libro de Romero: “Porque Kutxi es poeta, pero no va de poeta, no quiere ser poeta con los que quiere, no se siente especial, ni elegido, pues frente a la auténtica poesía, la que hay en los callos de una mano, en las manchas de una pared, en algunas miradas, se siente insignificante, sólo un orgulloso excremento de vida”
En conclusión, Kutxi Romero no estará en los podios de la Academia. No estará en los museos clásicos, ni se leerán sus poemas para conquistar a una mujer. Tampoco se le premiará por su exquisito, refinado y pulcro uso de la lengua. Su poesía se encontrará garabateada en el baño de algún bar, será escuchada en alguna tocata entre risas y cervezas, será guardada en el bolsillo de la chaqueta de algún lector que decidió ponerse los audífonos. Porque Romero escribe para cualquiera, no buscará agradar a los críticos ni llevar al lector a universos infinitos de goce. El vocalista de Marea (para no decir poeta) escribe para todo hombre hambriento de poesía y le llena su apetito con pan con queso, con una sopaipilla o una empanada. Puesto que ahí está la esencia de su poesía; en la humanidad, en el día a día, en el expresar con rabia, con alegría, con risa, con llanto. Con sentimientos que cualquiera podría sentirse identificado. Si lo que usted busca, estimado, es caviar y champagne, siga de largo y suba la montaña. Ahí se encuentran los semidioses. Porque, como escribió Irurzun en el prólogo: “¿qué otra cosa sino un poeta de mierda podía haber sido un tipo como Kutxi, que escribe sus versos con las tripas?”
Bibliografía:
• Romero Lorente, Kutxi. León manso come mierda. Poesía Completa (1999-2004). La Rioja, España. Ediciones del 4 de agosto: 2004.
• Gombrowicz, Witold. Contra los poetas.
Fe de erratas: Faltan los números de página de las citas del libro de la conferencia de Gombrowicz y completar los datos de este mismo libro en la bibliografía. También, faltan los números de paginas de los prólogos citados de León manso come mierda
Alvaro Valenzuela P., 2010
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